miércoles, 1 de julio de 2020

Capítulo 1




Un chico Joven, muy guapo y muy seductor va detrás de otro que camina muy enojado. Es de su edad pero no es guapo. El guapo lo llama.
--¡¡Mauro, Mauro¡¡
Mauro reconoce la voz y camina aún más rápido. El chico lo alcanza.
--tío, no me hagas esto. Somos amigos.
Mauro se para pero está muy enojado.
--¡¡tú y yo no tenemos que hablar de nada, Sebastián¡¡ ¡¡me has traicionado¡
Al guapo le entristece mucho que su amigo lo hable así. Trata de justificarse:
--¡¡no fue tan grave¡
Aunque Sebastián le quiere sacar hierro al asunto, Sebastián está muy enfadado.
--¡¡si yo me hubiera acostado con tu chica seguro que la cosa cambia¡¡No dirías que no es grave¡
--¡¡no me importaría porque las chicas no son propiedad de nadie y tú y yo somos amigos. Si nos podemos dar el gusto con la misma chica pues a mi no me importa ¡
Mauro  no dice nada, está francamente molesto. Sebastián siente un gran cariño con su amigo y no quiere perder la amistad que los ha unido desde hace tanto que ni se acuerda de cuando no eran amigos.
--¡¡tú solo te la querías coger y yo también ¿cual es el problema? así tienes la excusa para no volver a mirarla. No nos vamos a enfadar por una chica que ni a ti ni a mí nos interesa¡¡
Sebastián siempre ha resultado más atractivo para las chicas, Mauro se ha sentido inferior a él y lo que más le duele es pensar que la chica ha gozado más con su amigo.





Al día siguiente, Mauro iba a salir de su casa pero justo en la puerta se topa con Sebastián. Lo mira molesto.
--¿¿tú qué haces aquí?
Con aires de galán y con un tono cómico, Sebastián saca algo de su espalda que entrega a su sorprendido amigo. Un ramo de rosas.
--son para ti.
Sebastián deja las flores en la mano de su amigo. Mauro está horrorizado.
--¿que haces con esto tio?¡
--no sé... a lo mejor te gusta --dice Sebastián con ironía.
Mauro nunca pensó verse en estas. Está muy avergonzado. En lo único que piensa es en lo que pensarán de él sus vecinos si ven que su amigo le trae flores. Agarra del brazo a su amigo y lo entra en la casa. 
--¡¡van a creer que somos jotos¡¡
Mauro está muy alterado. Cierra la puerta. Con el ramo en las manos:
--¿y qué hago con esto? ¿¡cómo le justifico a mis padres que un tío me regale flores¡¡?
Sebastián sonríe divertido, sabía que lo de las flores era un buen truco para desarmar a Mauro y que lo escuche. Con una voz afeminada y riéndose, Sebastián dice:
--ponlas en agua, amorcito.
A Mauro no le gustó la broma:
--¡¡¿es que tú no tienes límites?¡ ¡¡¿no has pensando en las consecuencias que pueda tener esto?
Mauro habla muy alterado y con las flores en las manos. Las tira al suelo, las pisa y se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡no voy a poder salir a la calle por miedo a que crea que soy joto¡
Sebastián le habla con cariño:
--A mí no me importa lo que la gente pueda pensar si me perdonas, si no lo haces te traeré flores todos los días.
--¡¡eres un payaso¡ --Mauro molesto aunque va entrando un poco en la broma.
Mauro piensa que si su amigo ha montado todo eso para acercarse a él merece la pena escucharlo. Sebastián pone una cara de enamorado en broma:
--¿me perdonas?
A Mauro le hace gracia la locura de su amigo pero se finge serio para hacerlo rabiar.
--¡¡está bien pero para que no me jodas más¡
Luego los dos amigos entran en el comedor. Las flores quedan en el piso. Dejan de un lado la broma y se dicen todo lo que tienen pendiente:
--¡¡tío, lo que pasó fue una tontería¡¡ --se justifica Sebastián.
--¡¡te tiraste a mi novia¡¡ --dice Mauro herido.
Sebastián se lleva las manos a la cabeza, está desesperado que su amigo no lo entienda cuando él está seguro que no fue nada grave lo que pasó:
--¡¡eso no es cierto, sólo te la cogiste dos veces y  tú mismo me decías que ya te estabas cansando de ella, que era una pesada, que sólo te querías divertir con ella y que no sabías como sacártela de encima¡
Mauro se pone serio, mira a su amigo triste y le dice:
--¿tú sabes lo humillante que es para mí que mi amigo sea un ligón y que además la única chica que se ha fijado sólo en mí se acueste contigo y me diga que en la cama tu eres mejor?
Sebastián está conmovido por la pena de su amigo:
--Yo no sabía eso. Ella no me dijo.
Mauro recuerda ese momento con mucho dolor. Se le escapa una lágrima:
--es cierto que estaba harto de ella, pero me dolió verlos en la cama y luego cuando le reclamé luego que tú te fueras a medio vestir me dijo que soy su peor amante y que tú eres mejor en la cama que yo¡
Sebastián le pone las manos en los hombros:
--lo dijo para molestarte. Estoy seguro que eso no es así. Yo no soy mejor con tú. Soy un tipo normal.
--Pero --abatido-- es que a mi me cuesta mucho acercarme a las chicas. Todas las veces que había cogido o pagué o tú lo arreglaste todo para que la chica se acostara conmigo.
--bueno pero con esta tipa tú te la tiraste antes.
--¿¿y de qué me sirve si la única chica con la que lo he hecho gratis o sin que tú intervengas te prefiere a ti?
Sebastián lo mira triste:
--tu eres un gran tio y esa tipa era una cualquiera.
--¡¡pero tú te podrás volver a acostar con ella y yo no¡¡
--no pienso volver a verla, tú sabes que pierdo interés en las mujeres una vez me acuesto con ella.
--está bien pero que sea la última vez, las tías que me gusten a mi no las tocas..ñ
--Te lo prometo pero si vuelves a ser mi amigo.
Los dos se sonríen.
--Nunca dejé de serlo.
Los dos amigos se abrazan con mucho cariño. Luego Mauro se aparta. A Sebastián no le importa mostrar el cariño que siente por su amigo, eso no lo hace ser más hombre pero Mauro es inseguro. Se aparta de él:
--ya dejemos las babosadas.
Sebastián le acaricia la cabeza riendo. Le hace gracia que a su amigo le preocupe tanto que la gente malinterprete su amistad. Él está contento porque siguen siendo amigos.

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