miércoles, 1 de julio de 2020

Capítulo 10




Tras la confesión de Esperanza, Mauro se le ríe.
--creí que hablabas en serio.
--lo acabo de ver. Tu amigo es gay.
Mauro se enoja mucho.
--¡¡Sebas es el más macho del mundo¡¡
--¡dirás el más gay del mundo porque acabo de ver cómo cogía con un montón de hombres como la peor de las golfas¡
Mauro se ha quedado en shock. Mauro no sabe si está más decepcionado de su amigo porque es gay o porque ganó la apuesta. 
--¡¡si estas embarazada no es de Sebas¡
-¿y porque te iba a mentir?
Mauro no sabe qué sentir. Toda la vida envidiando a su amigo para que sea gay. Y lo que no entiende es porque calló que ganó la apuesta.
--Sebas siempre presume de las chicas con las que se acuesta. Me lo hubiera dicho.
--pues me suplicó que no te dijera nada. Dijo que no te darías cuenta que no eres el primero.
Y ese comentario lastima a Mauro que se siente inferior a su amigo .
--¡maldito, maldito joto¡
Siente decepción. Le duele que lo haya engañado. Le duele que le haya hecho sentir inferior con las mujeres y le duele que no haya respetado su noviazgo con Esperanza.  Esperanza lo mira asustada. No sabe qué es lo que tiene qué hacer. Se encuentra en una situación que siempre le dio miedo. No quiere ser una madre soltera y que todos se rían de ella como con su madre y su abuela, que piensen que es una cualquiera pero igual bajo ningún concepto quiere a un gay como padre de su hijo. Mauro se lleva las manos a la cabeza.
--no me lo creo. Sebas no es joto y tú no estás embarazada de él.
Mauro, ante una sorprendida, Esperanza ríe como un loco.
--muy buena broma. ¿Es una cámara oculta?
Muy triste ella le dice:
--no... No es broma.
Mauro siente que le falta el aire:
--¡Sebastian nunca se acostaría con un hombre  y tú...¡
No sigue hablando porque recuerda la grabación. Se lleva las manos a la cabeza:
--¿¿te acostaste con él? cuando?
--eso no importa.--dice ella asustada por la agresividad de él aunque entiende que no le puede culpar.
--¿eras mi novia?
--si...
Esto causa un gran dolor en él. La mira lloroso.
--¡¡es que me dejé llevar¡¡ ¡¡pero te juro que fue una vez, me arrepentí¡¡ ¡¡no sé como pude¡
Mauro le habla con dolor:
--yo me estaba enamorando de ti... soñaba con que fueras la definitiva.
Los dos se miran llorando. Ella cae a sus pies llorando:
--¿¿¡y cómo crees que yo me siento sabiendo que espero un hijo de un gay ?¡
--¿Él lo sabe?
--no... me mato antes que lo sepa.
Mauro piensa también en vengarse de Sebastián. Le causa dolor esa joven. De hecho sabe que él es responsable de todo, por esa estupidez de apuesta, así que no la puede juzgar.
-¿te quieres casar conmigo?  --pregunta él de repente
Esperanza está muy sorprendida por la propuesta de matrimonio de Mauro. Él la ayuda a levantarse. La acaricia con ternura:
--y qué me dices? Nos casamos?
--pero... ¿porqué? el hijo que yo espero no es tuyo.
Él sonríe:
--eres la única chica que me ha hecho caso. No quiero que se rían de ti, que tu hijo crezca con el estigma de hijo sin padre. Nos casamos. si no sale bien siempre será mejor ser una madre divorciada que no una madre soltera. Yo creo que tenemos mucho que ganar y nada que perder.
Ella lo mira emocionada:
--¿estás seguro?
--sí.
Ella lo abraza:
--eres muy bueno.
Él siente culpa porque no está siendo del todo sincero con ella pero está seguro que la hará feliz, no sólo es para vengarse de Sebastián aunque el vengarse de él es algo que le gusta mucho. Le atrae la idea.
--pero ¿¿saldremos adelante?
--claro, los dos trabajamos y podremos vivir en casa de mis padres.
--mejor con mi abuela.
--vivirenos con mis padres.
Y no acepta un pero pues lo que quiere es alejar la de Sebastián. Ella agacha la cabeza con vergüenza. Él la acaricia. Le levanta la barbilla y con orgullo dice:
--en mis brazos te darás cuenta que el sexo no es algo sucio, algo de lo que sentir vergüenza.
Ella siente mucho agradecimiento con Mauro:
--estaré siempre en deuda contigo. Lástima que me dejé deslumbrar que...
Él le pone los dedos en los labios para que no siga:
--ya el pasado es pasado. Escribiremos juntos un futuro... Nuestro futuro.
Mauro le pone una condición:
--que nadie lo sepa... ni siquiera  a Isabel y menos Sebastián. Todos deben creer que es mi hijo.
ella lo abraza, le dice que no tiene cómo agradecerle. Ella cree que todo lo hace por amor... no ve el odio en la mirada de él.
Mauro llega a su casa con una tímida Esperanza. Mauro se dirige a su madre. Abraza a Esperanza:
--espero que aceptes a mi novia en esta familia.. A la madre de mi futuro hijo..
Esta noticia cae de improviso a todos.  Isabel fulmina con la mirada a su amiga. Esperanza tiene miedo que la delate pero no dice nada. Isabel se acerca a ella.  Se la lleva a su habitación. La mira molesta.
--¡¡tú y yo tenemos que hablar¡
Muy asustada, Esperanza dice:
--¡¡no me delates, no le digas nada a tu hermano... él no sabe qué sabes¡¡
Isabel está sorprendida:
--¿él sabe?
--amiga, tú me conoces. Nunca me acosté con él.
--No entiendo nada.
--Yo tampoco pero él se quiere casar conmigo y yo lo necesito.
--¿y Sebastián? tiene derecho a saberlo.
Esperanza responde con odio:
--¿¿¿mientras se acuesta con un montón de hombres??¡
--¿que?
--cómo oyes.
Esperanza habla con rencor, Isabel sorprendida no tiene porque contradecir los deseos de su hermano. Abraza a su amiga y juran que nadie más sabrá de ese secreto.

En la tarde Mauro va a casa de Sebastián pero no lo encuentra. Esperanza le ha hablado de un viejo almacén. Le ha explicado dónde está. Y ahí está Sebastián. A cuatro patas mientras se la chupa a un tipo y otros dos se turnan para metérsela. Mauro siente un gran dolor. Siente un gran dolor. Se le ha caído un héroe. Él no se calla.
--¡Sebastián¡
Sebastián queda conmocionado al verse descubierto. No le gusta que su amigo lo vea así. Se siente humillado y le duele el odio que ve en sus ojos.








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